Una hidratación adecuada es crucial para el buen funcionamiento del cuerpo humano. Al beber agua, facilitamos la eliminación de desechos y mejoramos la salud general. Y si además se consume agua mineral natural, como la proveniente del Manantial de Sant Hilari, los beneficios se amplifican gracias a su composición rica en minerales esenciales. Estos componentes nutricionales, protegidos de la contaminación, no solo son seguros para la salud a largo plazo, sino que también aportan propiedades únicas al agua.
A pesar de las cualidades estables de estos minerales, muchas personas se sorprenden al descubrir que el agua embotellada tiene fecha de caducidad. Este detalle, sin embargo, no está relacionado con el agua en si misma, sino con el material utilizado para envasarlo. Exploraremos a continuación, estas opciones.
La preocupación por los envases de plástico
El material predominante en los envases de agua mineral es el polietileno tereftalato, o PET, compuesto en su mayoría por derivados del petróleo crudo y gas natural. Aunque el PET es ampliamente reciclable y se transforma en productos como fibras textiles y cuerdas, existe un debate sobre su seguridad a largo plazo. Aunque no existe evidencia científica concluyente, se especula sobre la liberacion de sustancias potencialmente nocias con el paso del tiempo.
Comparativa entre envases de vidrio y PET
El vidrio, a diferencia del plástico, es inertemente seguro para almacenar alimentos y bebidas. No implica el uso de químicos en su fabricación y mantiene la pureza y el sabor original de su contenido, sin alterar sus características organolépticas. Además, la probabilidad que los envases de vidrio sean reciclados es mayor, lo que refleja una creciente preferencia de los consumidores por opciones más sostenibles y saludables.
Importancia de la conservación adecuada del agua
La fecha de caducidad en las botellas de agua mineral también se justifica por la posibilidad que el agua absorba sabores del plástico con el tiempo. Por ello, se recomienda almacenar el agua en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa del sol y de olores fuertes, para preservar su sabor y calidad.
El Manantial de Sant Hilari, situado a unos 200 metros de profundidad en un entorno protegido, es un ejemplo destacado de cómo un buen manejo y ubicación del manantial contribuyen a la calidad excepcional del agua mineral natural.
En conclusión, es fundamental que, tanto consumidores como distribuidores, comprendan la importancia de la fecha de caducidad y las condiciones de almacenamiento del agua embotellada para disfrutar plenamente de sus propiedades naturales y nutritivas. Para más información sobre el agua mineral natural AquaBlue o consultas relacionadas con nuestro servicio de distribución de agua a domicilio, no dudes en contactarnos a través de nuestro formulario.